MISIÓN
Preparar para la vida interdependiente y acompañar psico-afectivamente a jóvenes que han vivido en hogares de protección, en la transición a la vida adulta para que puedan estudiar, desarrollarse y vivir una inserción social sana y estable en el tiempo.
VISIÓN
Soñamos con que todos los y las jóvenes desarrollen las habilidades y competencias que les permitan elegir la vida que quieren y puedan vivir una inserción sana y feliz.
HISTORIA
FUNDACIÓN SENTIDO nace en el año 2012, cuando realiza talleres de Preparación Para la Vida Independiente a través de oficios en el hogar de protección más grande de la Región Metropolitana, en ese momento, el CREAD Pudahuel. Lo habitaban entre 100 y 120 niñas, niños y jóvenes, de entre 12 y 18 años que habían sido separados de sus cuidadores, por haber sido vulnerados en sus derechos.
Los primeros años nos especializamos en la preparación previa a la salida de los hogares de protección, por mayoría de edad. A partir del año 2018, los esfuerzos se concentraron en dar una respuesta sólida y real de egreso acompañado con viviendas para todas y todos, los que al cumplir 18 años, debían dejar los hogares quedando en su mayoría obligados a volver al lugar donde fueron vulnerados, o a sobrevivir en situación de calle.
El 3 de noviembre del año 2020 abrimos las primeras dos viviendas de transición “Casas Compartidas”. Hoy nos especializamos en programas de acompañamiento en Viviendas de Transición en diversas modalidades (Pensión, Casas y Departamentos Compartidos). Gracias a estos programas, las y los jóvenes cuentan con un lugar donde vivir acompañados, seguros, estables, con cariño y con todas las necesidades cubiertas para poder desarrollarse, estudiar y elegir la vida que quieren y no tener que sobrevivirla.
Seguimos piloteando, aprendiendo y mejorando junto a la voz y participación genuina de las y los jóvenes que forman parte de la Fundación Sentido.
LO QUE NOS MUEVE
Todos los niños, niñas y jóvenes más vulnerados y excluidos
Ofrecer espacios para su desarrollo integral
Colaborar en la garantía de sus derechos, dignidad y sano desarrollo
Entregar herramientas que les permitan tomar decisiones orientadas hacia su bienestar
Velar por un proceso de inserción sano y estable en el tiempo
Acompañarlos a través de intervenciones basadas en el amor, que consideren experiencias gratificantes y reconstruir sus confianzas