En Fundación Sentido entendemos el acompañamiento afectivo como un vínculo comprometido con los procesos individuales de cada joven, basado en sus intereses y proyectos de vida. Este enfoque crea un espacio de escucha y reconocimiento.

Su importancia radica en que la generación del vínculo permite responder las necesidades de apoyo y la restitución de derechos que han sido vulnerados por el sistema proteccional. La noción de acompañante está basada en el concepto de afectividad y la resiliencia, abordada por Granados (2017) con el objetivo de generar un empoderamiento y confianza en sus propias capacidades y habilidades necesarias para la transición a la vida adulta, generando acompañamiento en las actividades de la vida diaria, salud mental, salud física, educación y capacitación e inserción laboral. En donde “las relaciones sociales amables y seguras, como los vínculos afectivos, expresiones de cariño y acogida, son factores que protegen al sujeto como un resorte frente al futuro.” (p.54)

Fundación Sentido realiza un acompañamiento psicoafectivo cotidiano a jóvenes que se encuentran en proceso de transición a la vida adulta interdependiente.